Es bien sabido que la comunicación es uno de los pilares de la pareja y que el respeto es un elemento clave. Sin embargo, a pesar de la obviedad de lo anterior, muchas personas pueden tener un significado confuso de esta palabra.
Una de las principales confusiones es pensar que el respeto es sinónimo de estar de acuerdo, por ejemplo: “si mi pareja no está de acuerdo conmigo es porque no me respeta” o “tenemos que coincidir siempre en nuestras ideas porque es lo que hacen las parejas que se respetan”.
Respetar en la comunicación implica estar en un estado de apertura, de recepción de un mensaje sin juzgar o prejuzgar, intentando comprender (que no es lo mismo que adoptar) la postura del otro. Y si nosotros somos los que damos el mensaje, este debe ser lo más claro posible (que no es lo mismo que ofensivo) y sin llegar a obligar o imponer nuestra idea. Por lo que en una pareja, sus miembros pueden tener opiniones diversas entre sí y no por ello dejar de respetarse: una cosa no quita la otra.
Muchas de las ocasiones esta fusión o confusión de palabras proviene de nuestra historia y de los patrones comunicacionales que vamos alimentando a lo largo de nuestra vida. La terapia ayuda a identificar estos patrones y clarificarlos, abriendo nuestra mente a nuevas formas de ver y hacer las cosas.