Gaslighting

La palabra «gaslighting» es un anglicismo cada vez más escuchado debido lamentablemente a su incremento en los ultimos 30 años.

El gaslighting es una herramienta de manipulación y de abuso emocional que es utilizada, ya sea de forma deliberada o de forma inconsciente, para confundir al otro invalidando sus emociones o su realidad. Esta forma de abuso puede encontrarse en cualquier relación social o íntima: laboral, familiar, de pareja o amistad.

El origen de la palabra se remonta a una obra de teatro inglesa llamada «Gaslight», que después es llevada a la pantalla grande en los años 40´s. La trama de la película se centra en una pareja en la cual el esposo se encarga de encender y apagar las luces de gas antiguas de la casa. La esposa busca explicaciones a dichos cambios de luz, sin embrgo, él no sólo niega que las ha manipulado sino que incluso insiste en que esos cambios de luz no están sucediendo. Finalmente ella termina dudando de su juicio y volviéndose loca.

Como en la película, las consecuencias de un gaslighting continuo y reiterado son una creciente inseguridad en la víctima quien cuestiona su realidad, duda de su juicio, intuición, emociones e incluso de sus cinco sentidos; la persona deja de confiar en sí misma.

El gaslighting se vale de estas 5 vías principales: la negación («yo nunca dije eso»), la contradicción («era solo una broma»), la mentira («no recuerdas bien, lo que realmente paso fue que…»), cambio de conversación («esto no es para tanto, deberíamos de estar hablado de…) y minimización («no seas tan sensible, estás exagerando»)

Existen diferentes tipos de gaslighting:

Clásico:
Se introduce confusión o dudas para manipular. El que abusa es quien tiene todo el poder de la realidad en la relación y percibe como amenazante la realidad de la otra persona. P. ej.
«Todo está en tu cabeza, estás imaginando cosas»
«Yo nunca prometí eso» (cuando sí se ha prometido)

De retención:
Se amenaza con el distanciamiento u otro castigo si es que algún tema se quiere poner sobre la mesa, lo que impide que el otro pueda hablar de sus emociones o necesidades. P. ej.
«Supéralo, no fue para tanto, me molestaré si sigues sacando el tema»
«Nada justifica que te sientas así, vas a conseguir que me vaya»

De desviación:
Se cambia el tema de la conversación ya sea para reprochar cosas del pasado a la otra persona o para mostrar los problemas y dramas propios. P.ej.
«Eres muy quisquillosa, eso que me reclamas no es nada comparado con lo que tu me hiciste hace un año, ¿lo recuerdas?»
«Lo que me cuentas no tiene importancia, deberías haber visto por lo que pasé cuando….»

Físico:
Se ejerce algún tipo de violencia física o se traspasan límites. P. ej.
«No exageres, ni te dolió»
«Si fué solo una palmadita, no deberías hacer un drama solo por eso»

Por proximidad:
Cuando alguien más hace el gaslighting por otra persona debido a algún tipo de lealtad (amistad, familiar, equipo de trabajo, etc). P. ej.
«Tu padre no quizo decir eso realmente»,
«Lo que te pasó no es tan grave, ya sabes como es la jefa»

A tí mismo:
Cuando debido a la confusión generada por este abuso emocional, tú mismo comienzas a normalizarlo, a negar tus propias emociones o racionalizar lo que sientes. P. ej.
«Ahora que lo pienso, creo que sí exageré, eso no debería molestarme tanto»
«Estoy bien, no me pasa nada»

La terapia es un buen recurso para comprender y mejorar nuestras relaciones personales, así como para conocernos, validarnos y devolvernos la confianza en nosotros mismos.